Si no estuvieras las paredes de la casa
se volverÃan mas oscuras cada dÃa.
Pero contigo se me antojan aún más blancas
que la más blanca claridad del mediodÃa.
Si no estuvieras delineándome los sueños,
en cada codo del camino, en cada posta,
se tornarÃan mis anhelos tan pequeños,
como la senda más oscura y más angosta.
Si no estuvieras amainando la rutina
con el constante repicar de tus campanas,
caminarÃa en una calle sin esquinas
y sin aceras ni buzones ni ventanas.
Mi vanidad se instalarÃa en la azotea,
con sus espejos sugestivos de colores
y los aciertos, nada más, si no estuvieras
me mostrarÃa, sobre todos mis errores.
Si no estuvieras rescatando mis olvidos
del carrusel de los asuntos cotidianos,
me sentirÃa de repente sorprendido
de no saber lo que llevaba entre mis manos.
Si no estuvieras enhebrando mis regresos
en los telares transparentes de la espera,
me volverÃa vagabundo como el viento,
para que el viento me llevara donde fuera.
Si no estuvieras con tus alas luminosas,
si no estuvieras relevando mis enojos,
si no estuvieras, ¿qué serÃa de mis cosas
sin la sentencia enamorada de tus ojos?.
La soledad me atraparÃa en esa esfera
adonde van a liberarse los suicidas;
si no estuvieras, mi amor, si no estuvieras,
dando razón a las razones de mi vida.
se volverÃan mas oscuras cada dÃa.
Pero contigo se me antojan aún más blancas
que la más blanca claridad del mediodÃa.
Si no estuvieras delineándome los sueños,
en cada codo del camino, en cada posta,
se tornarÃan mis anhelos tan pequeños,
como la senda más oscura y más angosta.
Si no estuvieras amainando la rutina
con el constante repicar de tus campanas,
caminarÃa en una calle sin esquinas
y sin aceras ni buzones ni ventanas.
Mi vanidad se instalarÃa en la azotea,
con sus espejos sugestivos de colores
y los aciertos, nada más, si no estuvieras
me mostrarÃa, sobre todos mis errores.
Si no estuvieras rescatando mis olvidos
del carrusel de los asuntos cotidianos,
me sentirÃa de repente sorprendido
de no saber lo que llevaba entre mis manos.
Si no estuvieras enhebrando mis regresos
en los telares transparentes de la espera,
me volverÃa vagabundo como el viento,
para que el viento me llevara donde fuera.
Si no estuvieras con tus alas luminosas,
si no estuvieras relevando mis enojos,
si no estuvieras, ¿qué serÃa de mis cosas
sin la sentencia enamorada de tus ojos?.
La soledad me atraparÃa en esa esfera
adonde van a liberarse los suicidas;
si no estuvieras, mi amor, si no estuvieras,
dando razón a las razones de mi vida.