Doña Marina
que vive justo al filo de la esquina
es gente fina
y tiene unas caderas que alucinan.
Doña Marina
envidia de quien nadie se imagina
es muy divina
y sabe que el amor no se escatima.
Un dÃa se marchó
y a nadie dijo adiós
y cada uno se imagina
si nos robó su amor
se vivió de go'
un mandarÃn llegado de la China.
Un dÃa se marchó
a nadie dijo adiós
y cada uno se imagina
si nos robó su amor
se vivió de go'
un mandarÃn llegado de la China.
Doña Marina
llegó por esas calles de rutina
su moralina
preñada de sabidurÃa felina
no se deprima
le insidió al deseo en su retina
no se deprima
el no gozar produce adrenalina...
Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina,
Doña Marina, que vive justo al filo de la esquina...
Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina,
Doña Marina, que vive justo al filo de la esquina...
Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina,
Doña Marina, que vive justo al filo de la esquina...
que vive justo al filo de la esquina
es gente fina
y tiene unas caderas que alucinan.
Doña Marina
envidia de quien nadie se imagina
es muy divina
y sabe que el amor no se escatima.
Un dÃa se marchó
y a nadie dijo adiós
y cada uno se imagina
si nos robó su amor
se vivió de go'
un mandarÃn llegado de la China.
Un dÃa se marchó
a nadie dijo adiós
y cada uno se imagina
si nos robó su amor
se vivió de go'
un mandarÃn llegado de la China.
Doña Marina
llegó por esas calles de rutina
su moralina
preñada de sabidurÃa felina
no se deprima
le insidió al deseo en su retina
no se deprima
el no gozar produce adrenalina...
Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina,
Doña Marina, que vive justo al filo de la esquina...
Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina,
Doña Marina, que vive justo al filo de la esquina...
Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina, Doña Marina,
Doña Marina, que vive justo al filo de la esquina...