Me choco con caras de sueño y hastÃo,
Que sin permiso arrasan conmigo.
Esquivan las puertas que van a cerrar,
Para que el viaje empiece a rodar.
Afuera está oscuro, no puedo mirar,
El triste paisaje que da la ciudad.
Cuando lejos quedó la estación,
Me abraza el frÃo del inivierno.
VÃas de acero son el camino,
De tantos que siempre entre sueños miro.
VÃas de metal son el camino,
Que llevan hoy a mi destino.
Camino en sus entrañas buscando un lugar,
Hasta que llego al llamado furgón.
Donde acampo poniendo mi cuerpo,
Que duerme en reposo al final del vagón.
Los terraplenes soportan la vÃa,
Y el motor ruge su labor.
Que viaja para achicar distancias,
En busca del diario garrón.
VÃas de acero son el camino,
De tantos que siempre entre sueños miro.
VÃas de metal son el camino,
Que llevan hoy a mi destino
Que sin permiso arrasan conmigo.
Esquivan las puertas que van a cerrar,
Para que el viaje empiece a rodar.
Afuera está oscuro, no puedo mirar,
El triste paisaje que da la ciudad.
Cuando lejos quedó la estación,
Me abraza el frÃo del inivierno.
VÃas de acero son el camino,
De tantos que siempre entre sueños miro.
VÃas de metal son el camino,
Que llevan hoy a mi destino.
Camino en sus entrañas buscando un lugar,
Hasta que llego al llamado furgón.
Donde acampo poniendo mi cuerpo,
Que duerme en reposo al final del vagón.
Los terraplenes soportan la vÃa,
Y el motor ruge su labor.
Que viaja para achicar distancias,
En busca del diario garrón.
VÃas de acero son el camino,
De tantos que siempre entre sueños miro.
VÃas de metal son el camino,
Que llevan hoy a mi destino