Como esos cuadros que aun estan por colgar,
como el mantel de la cena de ayer.
Siempre esperando que te diga algo mas
y mis sentidas palabras no quieren volar.
Lo nunca dicho se disuelve en te,
como el infiel dice “nunca lo haré”.
Siento que estoy en una carcel de amor,
me olivdarás si no firmo mi declaración.
Me abrazaría al diablo sin dudar
Por ver tu cara al escucharme hablar.
Eres todo lo que mas quiero
Pero te pierdo en mi silencios.
Mis ojos son dos cruces negras
Que no han hablado nunca claro.
Mi corazón lleno de pena
Y una muńeca de trapo
Cada silencio es una nube que va
detrás de mi sin parar de llorar.
Quiero contarte lo que siento por ti
que me escuche hablar la luna de enero mirandote a ti
Me abrazaría al diablo sin dudar
Por ver tu cara al escucharme hablar.
Eres todo lo que mas quiero
Pero te pierdo en mi silencios.
Mis ojos son dos cruces negras
Que no han hablado nunca claro.
Mi corazón lleno de pena
Y yo muńeca de trapo
No tengo miedo al fuego eterno
tampoco a sus cuentos amargos
pero el silencio es algo frio
y mis inviernos son muy largos.
Y a tu regreso estaré lejos
entre los versos de algún tango.
Porque este corazón sincero
sincero murió en su muńeca de trapo.
como el mantel de la cena de ayer.
Siempre esperando que te diga algo mas
y mis sentidas palabras no quieren volar.
Lo nunca dicho se disuelve en te,
como el infiel dice “nunca lo haré”.
Siento que estoy en una carcel de amor,
me olivdarás si no firmo mi declaración.
Me abrazaría al diablo sin dudar
Por ver tu cara al escucharme hablar.
Eres todo lo que mas quiero
Pero te pierdo en mi silencios.
Mis ojos son dos cruces negras
Que no han hablado nunca claro.
Mi corazón lleno de pena
Y una muńeca de trapo
Cada silencio es una nube que va
detrás de mi sin parar de llorar.
Quiero contarte lo que siento por ti
que me escuche hablar la luna de enero mirandote a ti
Me abrazaría al diablo sin dudar
Por ver tu cara al escucharme hablar.
Eres todo lo que mas quiero
Pero te pierdo en mi silencios.
Mis ojos son dos cruces negras
Que no han hablado nunca claro.
Mi corazón lleno de pena
Y yo muńeca de trapo
No tengo miedo al fuego eterno
tampoco a sus cuentos amargos
pero el silencio es algo frio
y mis inviernos son muy largos.
Y a tu regreso estaré lejos
entre los versos de algún tango.
Porque este corazón sincero
sincero murió en su muńeca de trapo.