Cualquier dia,a cualquier hora y en cualquier lugar...
Querido viejo:
Perdona lo de "viejo" antes que nada
pero es que asà te siento más a mi lado.
Como al mejor de todos mis camaradas
te contaré las cosas que me han pasado.
Te hablaré en esta carta de lo que ha sido
mi vida en estos años que anduve lejos;
las cosas que contigo no he compartido
y que hubiera querido ¡ Querido viejo !
Tú sabes lo que pasa a los veinte años;
te parece que el mundo es una manzana.
Cada dÃa festejas el cumpleaños
arrojando tu vida por la ventana.
Yo gastaba los dÃas a mi manera
sin importarme nada, cómo ni cuándo
y al igual que se extiende una enredadera,
la soledad de a poco, me fue ganando.
Dicen que Dios aprieta, pero no ahoga
y un dÃa de repente llegó a mi puerta,
un duende de ojos claros, en buena hora,
cuando estaba mi playa, casi desierta.
¡ Ah si la vieras viejo, si tú la vieras,
como yo la querrÃas, estoy seguro !
Más que amante y esposa es la compañera
que aligera la carga de mis apuros.
Con el alma serena, cambian las cosas;
la mente queda libre de condiciones,
se encausan las ideas más ambiciosas
y poco a poco nacen nuevas canciones.
Me las propone el niño que llevo adentro,
cada instante que pasa, dÃa tras dÃa
y a ellas le descargo mis sentimientos,
mi nostalgia, mis ansias, mis rebeldÃas...
Y estoy contento, viejo, porque consigo
vivir de lo que amo con toda el alma.
¡ Si vieras cuantas noches estás conmigo
cuando escribo una copla de madrugada !
Y bien, aquà la carta ya se termina,
la noche está dejando de ser doncella.
La llevará volando una golondrina
hasta allà donde vives, con las estrellas.
Querido viejo:
Perdona lo de "viejo" antes que nada
pero es que asà te siento más a mi lado.
Como al mejor de todos mis camaradas
te contaré las cosas que me han pasado.
Te hablaré en esta carta de lo que ha sido
mi vida en estos años que anduve lejos;
las cosas que contigo no he compartido
y que hubiera querido ¡ Querido viejo !
Tú sabes lo que pasa a los veinte años;
te parece que el mundo es una manzana.
Cada dÃa festejas el cumpleaños
arrojando tu vida por la ventana.
Yo gastaba los dÃas a mi manera
sin importarme nada, cómo ni cuándo
y al igual que se extiende una enredadera,
la soledad de a poco, me fue ganando.
Dicen que Dios aprieta, pero no ahoga
y un dÃa de repente llegó a mi puerta,
un duende de ojos claros, en buena hora,
cuando estaba mi playa, casi desierta.
¡ Ah si la vieras viejo, si tú la vieras,
como yo la querrÃas, estoy seguro !
Más que amante y esposa es la compañera
que aligera la carga de mis apuros.
Con el alma serena, cambian las cosas;
la mente queda libre de condiciones,
se encausan las ideas más ambiciosas
y poco a poco nacen nuevas canciones.
Me las propone el niño que llevo adentro,
cada instante que pasa, dÃa tras dÃa
y a ellas le descargo mis sentimientos,
mi nostalgia, mis ansias, mis rebeldÃas...
Y estoy contento, viejo, porque consigo
vivir de lo que amo con toda el alma.
¡ Si vieras cuantas noches estás conmigo
cuando escribo una copla de madrugada !
Y bien, aquà la carta ya se termina,
la noche está dejando de ser doncella.
La llevará volando una golondrina
hasta allà donde vives, con las estrellas.