Dos viejos en la playa platicaban
sin saber que yo cerca les oÃa.
¡Si vieran la pareja que formaban!,
sentados frente al mar... y anochecÃa.
Uno hablaba de un barco que tenÃa,
domador de las grandes olas bravas,
de los peces que entonces recogÃa;
y el otro, silencioso le escuchaba.
Contaron sus hazañas, sus alardes
y asà fueron los dos matando el rato.
""¡Abuelo... vámonos que ya es muy tarde...!""
una niña acabó con los relatos.
""Adiós... hasta mañana... si Dios quiere"",
y mañana será como pasado,
como ayer, como hoy y como siempre...
y se fueron cada uno por su lado.
Dos viejos en la playa platicaban
sin saber que yo cerca les oÃa.
¡Si vieran la pareja que formaban!,
sentados frente al mar... y anochecÃa.
sin saber que yo cerca les oÃa.
¡Si vieran la pareja que formaban!,
sentados frente al mar... y anochecÃa.
Uno hablaba de un barco que tenÃa,
domador de las grandes olas bravas,
de los peces que entonces recogÃa;
y el otro, silencioso le escuchaba.
Contaron sus hazañas, sus alardes
y asà fueron los dos matando el rato.
""¡Abuelo... vámonos que ya es muy tarde...!""
una niña acabó con los relatos.
""Adiós... hasta mañana... si Dios quiere"",
y mañana será como pasado,
como ayer, como hoy y como siempre...
y se fueron cada uno por su lado.
Dos viejos en la playa platicaban
sin saber que yo cerca les oÃa.
¡Si vieran la pareja que formaban!,
sentados frente al mar... y anochecÃa.